
Para la amazonía peruana el Mundial de Fútbol Sub 17, será más que una competencia deportiva internacional; debe ser un punto
de desequilibrio para la lenta rutina en su gimnasia económica. Y desde la visión de desarrollo del Gobierno Regional de Loreto,
la consecución de la sede del Mundial para Iquitos -mediante la construcción del moderno estadio Max Augustín-, es una rica
oferta pata ofrecer un destino turístico que vincule a la selva peruana con lo que es realmente: un amplio y asombroso territorio
amazónico.
Cómo se explica esto?. Muy fácil. Las empresas que han comprado los derechos para transmitir los encuentros del Mundial
de Alemania 2006 (Competencia del nivel máximo), están obligados, como requisito, adquirir los derechos para los encuentros
del Mundial de esta categoría promocional, lo que quiere decir que Iquitos, su selva, su inigualable biodiversidad y su estadio
serán vistos en centenares de millones de hogares de países de los 5 continentes del planeta.

El estadio de Iquitos es una belleza, no cabe duda. Los esfuerzos del impulsor de su construcción, Robinson Rivadeneyra
Reátegui, podrán reflejarse en los resultados económicos del que se beneficiarán empresarios y hasta el común de los ciudadanos.
Desde ya el mundo entero va sabiendo que en Iquitos rebasará la capacidad hotelera instalada debido a la inmensa cantidad
de turistas que llegará hasta esta tropical ciudad para consumir euros, dólares y soles peruanos y junto a esto el efecto
colateral del activamiento de otras disciplinas de la economía iquiteña, y de esta situación se ha encargado la prensa internacional
que sigue paso a paso la construcción de este campeonato mundial futbolístico.
El Perú y particularmente los loretanos, en Iquitos, esperan ansiosos el primer torneo Mundial que se jugará sobre estadios
del Perú entre setiembre y los primeros días del mes de octubre, por que como otros certámenes de menor envergadura traerá
consigo un crecimiento de la economía a través del turismo. No está lejos el recuerdo de lo sucedido en Arequipa, Piura, Chiclayo
o Cusco, cuando se jugó el campeonato sudamericano de fútbol, que con solamente ser un torneo regional le cambió el rumbo
a su cotidiano movimiento citadino.
Hoy, más que el Mundial los peruanos y los iquiteños esperan estrenar su moderno estadio, mover su inversión y a partir
de allí sostener una imagen de destino exótico, rico de verdor, de una biodiversidad incomparable con zonas reservadas y parques
naturales que solamente existen en algunos lugares del mundo y que en muchos países del planeta desconocen. La oportunidad
de tener el mundial en Iquitos servirá para insistir con nuestras imágenes y nuestras voces con la concepción de que aquí
en la selva del Perú, a no mucha distancia de la ciudad capital, nace el río Amazonas: el más caudaloso del Mundo.


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